La cruda
verdad se cocina en el horno de la pasión
Y para qué describirte en lindas metáforas, si no encuentro en las
palabras cómo encerrarte; nada nunca es igual. La belleza y los vicios dan lo
mismo, cuando estás cegado y abres una caja de pandora que no puedes cerrar.
La tempestad que se crea no sirve más allá de lo que internas en tu sentir, el
ojo del huracán suele volverse más torrencial que su alrededor; ya lo sabes, la
tormenta está dentro de ti. Los escalofríos de tu espina dorsal son compartidos
por la soledad; y la sed no se va, no hay vino, tampoco embriaguez, no hay
delirio, y, tal vez, tampoco hubo sed. La esperanza nos encierra en mí, y no me
deja ver la realidad que me ocultas; tampoco hay ignorancia cuando se desconoce
todo, a veces nos ensuciamos de lodo y limpios parecemos ante los ojos. No hace
falta sopesar cuando pones toneladas de nada sobre la balanza, tampoco hace
falta poner algo sobre ella si te esfuerzas por nivelarla con tus brazos; el
equilibrio se crea a pedir de boca, algunos fuman marihuana, otros inhalan
coca. Y, ¿qué es la Verdad, lo que callan mis verdades ó lo que sugieren tus
mentiras? No hay un "más allá" cuando todo se encierra "acá"; el universo nunca ha
dejado de pertenecerme, ni siquiera cuando me lo arrebatas todo, el universo te
pertenece por más que te lo arrebate; todo es de todos y todos poseen nada,
nadie es rico y la riqueza es de nadie. Nunca estaremos desnudos entre tanta
tela, nos viste el pudor cuando desnudamos nuestros cuerpos, nos viste la carne
cuando intentamos desnudar nuestras almas. Y nos seduce la curiosidad hasta que
notamos la desesperación en el descubrimiento; morir es tentador cuando se está
lleno de vida y la vida es el tesoro que algunos enfermos no encontrarán;
dichosos los muertos que no harán más daño, mientras muchos vivos ven sus
sueños irse por un caño; dichoso el lego que desconoce su padecer, dichosa la
muerte que tuvo vida una vez. Algunos afirman vida después de la muerte,
entonces, ¿de qué estamos llenos? ¿Qué es la Verdad? ¿Estaré lleno de tu
sonrisa, del amargo azúcar y la dulce sal; de los momentos eternos, ó de una
vida entera en milenios pequeños? La verdad está más allá de nosotros, entonces
la creamos a nuestro antojo, ¿qué es la Verdad? La carencia abundante y la demasía
diminuta, la autoridad del esclavo y la orquesta sin batuta.
Si mi verdad se compartiera en tu cabeza, yo no escribiría esto, ni
amaría, tampoco odiaría... Moriría en tu sonrisa y viviría en el olvido, el
silencio gritaría, lo que te estoy diciendo.
Por: EBL (2010)
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