Una señal.
Aveces no doy a basto,
no soy suficiente.
En tus brazos presente,
refugiado, a salvo y fuerte.
En la distancia, ausente...
A merced de mi mismo,
verdugo indulgente,
al borde de un abismo,
siento un empujón inminente.
Y es que en esto
de no encancelar,
me aterra perderte,
sin siquiera tenerte,
me aterra perderme...
A vos te amo en el cielo,
danzando en los versos de tu belleza,
ballerina de mi vida, heroína de proezas,
libre yo en la cárcel de mi hogar,
dame una señal de que no debo volver.
Y es que...
Miedos inseguridades,
monstruos bajo mi cama.
Aveces no doy a basto,
no me siento suficiente.
En vos confío.
(Por: JEF, 2014, fecha de la publicación en la entrada)