miércoles, 28 de febrero de 2018

A propósito de la tolerancia

La coyuntura actual merece una reflexión, por más breve que sea, sobre la forma en que interactúan las personas con opiniones antagónicas.

Esto se debe al carácter paradójico de la tolerancia -como bien vaticinaba Karl Popper- pues surge la disyuntiva de si ¿se debe tolerar a la intolerancia? La respuesta del académico es: no. Porque cederle espacios a los intolerantes sacrifica el bien común.

No obstante lo anterior, hace poco resumí mi sentir con la siguiente frase de Silvio Rodríguez: "la tolerancia es la pasión de los inquisidores". Ya que la suma de dos factores negativos no resulta en positivo, es de elemental sentido común suponer que si a un grado de intolerancia bastante considerable, le aplicamos intolerancia, no vamos a aumentar la tolerancia, todo lo contrario. Es como cuando Zaffaroni nos daba el ejemplo que ante la violencia del delito, le tratábamos con violencia institucional, no desaparecería la violencia, si no que aumentaba.

Bien hacía mi amigo "murillito" en escribir -de forma lacónica- que tratar de retrógrados, torpes, tontos (y por lo demás burlarse o indignarse) a un grupo de personas con una opinión diversa, no era un método que sirviera para alcanzar el resultado electoral deseado. Todo lo contrario: los unió y, por si fuera poco, les ha dado una suerte de "legitimidad" para sentirse ofendidos y "victimizados" (a como las "tolerantes" se sienten víctimas de los "intolerantes").

Es también oportuno mencionar que mi flujo de información es delimitado por, a su vez, mi círculo inmediato de personas con las que interactúo, con las que comparto cierto ambiente socio-cultural. Pero, lejos de ese mundillo de egos inflados e intelectualidades pomposas, existe una sociedad más basta y, porqué no, un poco "desafortunada".

Pero, también hay una serie de personas allá afuera que han trabajado -por caridad o interés- directamente con las comunidades, vulnerables o no, como las iglesias, lejos del ya trillado ejercicio de dar likes y compartir memes que caracteriza a algunos privilegiados.

Hay una base de valores como la tolerancia y respeto que fundan la identidad de un pueblo democrático (como bien reflexionaba con mi buen amigo "el pelle").

En síntesis: si usted quiere ganar adeptos y eso implica cambiar pareceres, desinflar su ego es un buen primer paso, luego cerciórese de que no está entablando una discusión inmunizada y finalmente sea persuasivo con tolerancia y respeto, que la intolerancia ajena no nuble su juicio.

Está claro que todos queremos lo mejor para el país, pero no todos estamos de acuerdo en qué se entiende por "lo mejor".

Pd. Karl Popper, padece -en mi opinión- de lo que padecen los seguidores de la filosofía analítica: mucha lucidez, pero una terrible pretensión de universalidad (no sólo lingüística) que le quita lo práctico.

Por: JEF (2018), a propósito de las opiniones e impresiones expresadas en redes sociales sobre la segunda ronda electoral de Costa Rica.

miércoles, 23 de agosto de 2017

Entre la vida y la muerte



Asfixia 

(Fotografía por David Rodríguez: https://www.behance.net/drodgo)

“Estaba allí de perverso
entre seres no ofensivos,
perturbando los cautivos
en sus sepulcros desiertos…
¡Me fui a buscar a los muertos
por tener miedo a los vivos!”
(Escorcia Gravini)

Estoy guardando luto
por los muertos que vendrán
Procesiones lentas caminan
en mis adentros,
se añoran las euforias
y los sollozos
como a muertos.

La muerte,
amante codependiente,
a quien beso dulcemente
después de bofetear.
Ofrece la muerte
el mito, el tabú
un Dr. Jekyll y a Mr. Hyde,
ofrece todo y nada
para quien huye de la vida.

La vida, gigante
que me asfixia,
inmóvil y atascado,
racionalizando todo a mi alrededor,
no encuentro ni palabras ni emoción,
ni siquiera un vestigio
de quien solía ser,
encontré en todo su pavor
al inefable miedo.

El miedo, entre la culpa
y la conmiseración,
inútiles aliadas
de mi aflicción,
ya no ofrecen redención,
sólo este verso a la Parca
que aún no me logra vencer.

¡Victoria!
(Por JEF - 2017)

martes, 4 de octubre de 2016

Ligereza

La serena ligereza del ser

"Cuando digo que la noche está en su pelo, 
no es por el color "castaño",
ni por la luz de sus risos etéreos,
tan semejante a la de esas nubes
que espejean plenilunios en el cielo..."
(Paradoxus Luporum)





Viviendo en el presente,
con nostalgia renegada hacia el futuro,
cesando el fuego con el pasado,
sentado en el jardín de crisantemos
de esa jaula abierta
a la que llamo momento...
al pretendido infinito dolor del impasse.

Insomne en los sueños
de la vigilia inquieta,
con un nudo en la garganta,
me he recordado que
la vida no se detiene a esperarme,
que a los muertos que gozan de buena salud
no se les guarda luto.

Impaciente, sin recuperación,
cargando con las metas de cada paso,
poco a poco...
Y de repente
se manifiesta inefable
la serena ligereza
que impide al peso de las lágrimas
desbordar mi ser.

Nunca me pediste milagros
y lo imposible aprendí a hacerlo todos los días:
a vivirte tanto sin vos
¡cómo te viví!
vivir amándote sin tu amor.

Al terminar de desahogar estas líneas,
tocando prohibiciones de melancolía,
sólo por la Gracia de la serenidad y alivio,
me desborda el llanto,
un llanto diferente
que aún así te lloré.

Por: JEF (fecha de la publicación)

domingo, 18 de septiembre de 2016

Días grises



Selenofilia.



(Fotografía por David Rodríguez https://www.behance.net/drodgo)

“y nada, nada bueno agita las campanas,
nada bueno florece en los hombros del mundo”
(Debravo)
No puedo pasar una maldita noche
sin el resplandor de la luna.
No se me da respirar
sin alguna ilusión por vivir,
sin algún sueño que perseguir,
ni siquiera se me da insistir,
ni siquiera se me da eso de dar.

Ciclos lunares y femineidad,
desesperación, frustración,
impotencia y ansiedad.
Simplemente no concibo
que la noche tenga otro tono,
que mi vida tenga otras refulgencias,
que sean otras llamas las que me consuman,
que me duela tanto la inocencia.

Frente al espejo me mira otro enemigo,
que ha perdido la brújula,
se ha perdido en los confines de sí mismo,
se ha dejado vencer sin luchar.

En una noche de plenilunio como hoy,
sólo te puedo ver como Selene.
Verte con mirada de Pierrot,
de Pierrot de Debureau.
Por: JEF (2016)

jueves, 17 de marzo de 2016

Entre la presencia y la ausencia.

Presencia



(Foto por el autor)

   El problema de planear causalmente los años radica en que se suelen escapar azarosamente entre los dedos.

   Volvía caminando con pesadez después de perder absurdamente la pelea contra un burócrata. Volvía al café donde me siento cómodo, con marcha de soldado vencido.

  Primero con naturalidad culpaba a la burocracia de mis planes frustrados, luego con futilidad intentaba buscar cuál era mi cuota de responsabilidad en la presunta desgracia y para finalizar intentaba convencer de que no debía dejar que mi ánimo me mermara, que no era tal cosa como una desgracia, sino que mi plan se postergaba.

   Mientras sostenía ese soliloquio, pedía un café con leche, salía a fumar un cigarro con gusto a "yodito", veía a los "hipsters" entrar y salir. Pero, mientras discurría en la impotencia de realizar mis planes y la negación de dicha impotencia, la señora cordial del café me decía que no debía bajar mi ánimo y yo le ignoraba. ¡Sin darme cuenta andaba con un semblante caído! Y ella me recriminaba que ocupaba "energías positivas".

  Cuando el café empezó a vaciar, la señora me dio otra taza de café (cortesía de la casa), se sentó a mi lado y me dijo:

¿Sabe lo que yo hago en esas situaciones? me preguntó mientras yo negaba con la cabeza Lo aplazo, me digo a mí misma "en tres días me ahuevo". Me deprimo cuando tenga tiempo para deprimirme, ahora no sonreía al decirlo.
Lo que pasa, vilmita, es que es otro puto año más. Yo sé que no debo ahuevarme, pero es el tiempo. Una cosa es cuando yo soy el responsable del tiempo perdido y otra es cuando otro me obliga a perder tiempo, primero me dicen una cosa y luego otra y con eso se me cagan. Bueno, aunque siendo franco, pude haberlo evitado, me pregunto qué cosas pude haber hecho para evitarlo, ¿ya para qué? Se me van parcialmente los planes de este año y eso ahueva le dije para justificar mi semblante involuntario y con ello cagarme en sus "energías positivas".
A lo mejor le va a aprovechar ese tiempo me dijo reivindicando sus "vibras alegres".
Supongo, le dije, hice una pausa y luego continué un amigo hace poco me dijo sobre su vida que "los altos y bajos son parte del vacilón".
 Es una cuestión de presencia, no es negar, ni aceptar el sufrimiento; es estar presente. Los psicólogos dicen que hay que "sufrir alegre". ¿Sabe qué es eso? me dijo reforzando su sonrisa de señora.
 Supongo, es como el refrán "al mal tiempo buena cara", ¿verdad? le respondí.
me contestó, sin darme mayor cuenta, con eso me sa una sonrisa.

Por: JEF (2016)