("Arlecchino e Colombina"-1750 de Giovanni Domenico Ferretti)
"Sin la esperanza de un dolor aun mayor, no podría soportar éste de ahora, aunque fuese infinito".
E. M. Cioran.
Oigo el sonido del dolor
en la tonada lúgubre
que es el palpitar a palpitar,
en la inercia de cada paso,
en las lágrimas que lloré
y las que aún guardo.
Sostengo en mi pecho
esta caja mecánica,
adornada con cedas
de púrpura majestad,
terciopelo terso
como piel sonrosada,
incrustaciones: destellos dorados
de cabellos castaños
y ágatas sardónicas,
profundas y angélicales,
como sendero nostálgico
hacia la nada.
Un marionetero transe
deslizó sus hilos
de adicción al pasado,
para manipular
mis inertes dedos
y dar cuerda a la fatal palanca.
Desataron el mecanismo
que virtió la sangrienta tinta
bombeada de mi corazón
hacia este lienzo lírico.
En el centro de esta caja musical,
la ballerina de mi vida,
vestida de lila natalicio,
elegante y protagonista,
danzando al son
de la melancólica melodía
que destruye mi alma.
Por: JEF (2015)